Frío

     Cuando dijiste esas palabras mi mundo calló y también cayó para siempre.  Era demasiado.  Tú, y sobre todo esta situación; mi necesidad, y la tuya de no querer cambiar tu presente, y así mostrándome que no sería nunca parte de tu futuro aunque no nos separáramos jamás. Entonces sentí frío; uno que no tenía nada que ver con el abrigo que debí ponerme esa mañana, el frío eran en verdad las leguas que nos separaban el uno del otro incluso en ese momento estando tan cerca, la realidad era fría, esa que se inmiscuía ahora en el poco calor que quedaba en mí para decirme que aunque no haya habido nadie más perfecto que tú esto de alguna forma que no supe definir no estaba funcionando del modo en que debía.  Éramos egoístas aunque buscaras mi bienestar sólo pensabas en ti mismo, en que te gustaba demasiado todo como estaba como para poder cambiarlo, y yo sólo pensaba en cambiarte. Todo aquello que me encandilaba de tu forma de ser era lo que en verdad nunca podría unirnos, el hecho de que hayamos vivido en diferentes mundos, que la madurez de cada uno no tenga nada que ver con la cantidad de primaveras que hayamos vivido, que hayas venido de otra época que no entiendo ni conozco para maravillarme con tu música y poemas que en realidad eran parte de ti, algo que no había comprendido al principio: amaba que fueras inalcanzable.  ¿Todo esto?: Un producto de largas cavilaciones luego en mi casa; en esa calle de Rusia, sólo entendí el frío, aquel extraño frío, cuando lo percibiste me envolviste bajo tu pesado abrigo, y era cierto que comprendía muy poco de lo que sucedía dentro de mí, y menos claro de lo que sucedía fuera, pero en ese momento sólo entendí que el frío se estaba yendo, entonces me prometí confiar para no volver a sentir aquello.

P.D.: Esto? un producto de largas cavilaciones después de otro excelente capítulo de sex and the city, se me vino a la cabeza después de ver la expresión con la que Carrie miraba a Aleksandr. No se, me llegó esa mirada, y la traduje a mi idioma. Espero les haya gustado. Suerte y libertad, pensadores!